NUESTRO NICOLÁS ZURDO Y EL TOMILLO

Por: Evaristo Marcano Marín

(marcano.evaristo@gmail.com)

En una ocasión, escribimos y publicamos en el Blog Museo Virtual El Maco, una reseña sobre Nuestro Nicolás Zurdo. De él, hoy, podemos traer muchas anécdotas, pero su amor/pasión por Alicia no podemos olvidarla. Esa pasión que le puso Nuestro Nicolás Zurdo a uno de  sus grandes amores y que se resumió en ese: Alicia de mi vida.

Tampoco podemos olvidar,  que ante toda esta gente buena, noble,  humilde y de corazón que ha tenido (y tiene) Maco Abajo,  no es fácil olvidar (y razón tenía) que Nuestro Nicolás Zurdo, se valoraba  como el mejor hombre de Maco Abajo.  Nunca dijo que era el mejor de Maco Abajo, pero no tuvo necesidad   de decirlo así. Lo que dijo una vez a su manera, fue suficiente: Qué más quiere MACO Abajo? Tienes cantante, pitcher, barbero y chófer.

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II

¿Qué tiene que ver una mata de tomillo con NUESTRO  Nicolás Zurdo?

Tal vez nada, pero soy de la idea, que esta mata de la cual seguidamente hablo, es exactamente o casi exactamente, como fue nuestro Nicolás Zurdo.

Acostumbro con frecuencia dar  un paseo liberador, relajante e inspirador por la conucada. Camino largo y a veces me encuentro con una mata, que conocí en mi niñez y mientras la observó y recuerdo,  busco la manera de sentarme un rato bajo su sombra. Los pájaros llegan y se posan sobre sus ramas y me  ven. Siento mucha humanidad en sus miradas y una vez que entran en confianza o te asumen como uno de ellos, te  cantan

Siento que su canto, es más bien un reclamo o una protesta. Ahora a diferencia de ayer,  me ven de otra manera y me permiten, que también lo veas de cerca. Los animales como que saben, que el  hombre es el peor de los animales. Ellos   tienen como un dispositivo natural que al sentirnos, saben que pueden estar amenazados. Antes nos veían con chinas y se espantaban. Ahora me ven de otra manera.

Hoy, después de permanecer un rato bajo un roble, que seguramente es descendiente de ese gran roble que estaba en un parte de la conucada que uno llamó El llano porque era una pequeña planicie dónde cae la quebrada de Santa Lucía, me fui al sector que está detrás del cerrito que dan con los fondos (corrales) de la casa del Sr. Guillermo(+), el Sr. Hilario y la casa de Tía María (+)

Este sitio es una de las zonas donde abunda el tomillo y  el orégano. Dos matas (arbustos) que además de ser muy aromáticas y de uso frecuente en la cocina, tienen muchas propiedades medicinales. Fui a ponerme oloroso a tomillo y orégano. Llevé mentalmente una totuma para  echarme un baño de tomillo. En las mañanas, me agrada llenarme de tomillo y de orégano. 

Mientras caminaba entre las matas de tomillo, recordé que recientemente, estuve leyendo un artículo de Hugo Rico, investigador de la UNAM, en el cual , Rico nos confirmaba que el tomillo es un planta que combate las bacterias. Rico no lo dice así, pero de la lectura de este artículo, uno concluye que el tomillo cae a palos a las bacterias. Es la contra de ese mundo bacteriano.  Mientras me llenaba la piel y la ropa de tomillo,  recordé que un  estudio realizado por este investigador de la Universidad Autónoma de México (UNAM) precisaba que el tomillo "inhibió el crecimiento bacteriano". O sea; el tomillo para en seco este proceso bacteriano que en el humano tiene un nicho perfecto para vivir.

Mientras me echaba totumas de fragancia de tomillo, recordé también, que hay la tesis, dada como cierta, que el tomillo es originario de África y no tengo dudas de esto, pero también es originario de la conucada. No es fácil imaginarse, que un africano vino y se trajo en el bolsillo una ramita o una semilla de tomillo y la sembró o la regó por toda la  conucada.

En este paseo liberador, continuaba echándome totumas de fragancia de tomillo. Cuando disponía echarme una totumada con un pizca de orégano, vino a mi mente, lo que ya había leído y que me afirmaba, que este tomillo es un potente  antibiótico, antibacteriano, antivírico, antiinflamatorio, expectorante, digestivo natural, antioxidante, analgésico, antiséptico, antifúngico y diurético. Sirve hasta para calmar el malestar que frecuentemente sienten las mujeres durante su periodo menstrual. O sea, ahí mismo me dije: claro, nuestro tomillo, es como lo fue nuestro   Nicolás Zurdo. Nicolás fue un versátil. El tomillo es, como él fue.

Mientras me caían las totumas con fragancia de tomillo y orégano en el cuerpo, recordé que el tomillo,  también es efectivo para limpiar las vías respiratorias por sus propiedades expectorantes antiespasmódicas y antisépticas. Tomarlo en té, aumenta el flujo de la orina y eso permite a terminar con las infecciones.

Si nuestro Nicolás Zurdos viviera hoy, nos diría: coño, el tomillo es como este ser de Maco Abajo: cantante, pitcher, barbero y chófer. El tomillo es como yo: polifacético.