SAN LORENZO CON SU CELULAR VERTU Y LOS CARAJITOS YA DE REGRESO
Por: Evaristo Marcano Marín
marcano.evaristo@gmail.com
Al despertar, pensó
que la noche había pasado muy rápidamente. Ya más despierto, se acordó que
estuvo conversando muy largo con la Virgen, respecto al desempeño de los
muchachos en Barinas y el viaje de regreso. Si la partida fue ayer a eso de la
5:56 pm, ya con la mano de Dios y a la Virgen deben andar cerca de Barcelona.
Al recordar la
conversación con la Virgen, pudo traer a su memoria, lo que hace ya varios días
habían hablado. Recordó que la Virgen le sugirió dejar a los muchachos que
jugaran sin la intervención de ellos.
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Bordado de Carmen Yolanda Guerra |
Tuvo razón la Virgen
-se dijo el mártir-. Los carajitos se fajaron y finalmente estuvieron muy bien.
El Pillin, es como se dice por aquí cariñosamente, un hijo er diablo. Fue santa
la palabra de la Virgen. Sabemos que los milagros hay que administrarlos bien y
usarlo para cuando se necesiten.
Mientras conversaba
con él, cosa que hace frecuentemente, dio un salto repentinamente y casi que
gritó: ¡mi celular vertu!
El Patrono mártir,
se levantó y corrió a ver su celular y asegurarse, si el milagro que esperaba
con ansiedad, estaba entre los mensajes que en la noche pudieron haber llegado.
Se movió hacia la mesita del rincón donde todas las noches deja su celular.
Sabe el Mártir, que estos equipos hay que tenerlos un poco lejos porque cerca
no son buenos para la salud. Además, el patrono conocía del síndrome de las
cabezas metidas, explicado recientemente por Amaranta, que un ser con alma
maquera.
Los cabezas metidas
son todos aquellos hijos de Dios, que viven con la cabeza baja, viendo y
andando su celular. No ven ni para los lados. Se pierden de la oportunidad de
ver en vivo curvas y se limitan a verlas en sus teléfonos que no se ven bien.
Al tomar su celular
Vertu que le habían mandado del cielo para tener buena cobertura, muy de prisa,
se metió a varios grupos del pueblo para saber si el milagro que él esperaba,
estaba en curso y esperando por un día para la reunión. Nosotros -se decía
mientras buscaba en los grupos- también pedimos milagros a la feligresía. Toda
buena acción es en sí un milagro, llevaba la bondad de Dios.
La Virgen y yo,
estamos pendiente para ver si vemos el aviso de una reunión donde estén TODAS las
instituciones del pueblo buscando la manera de montarse en un proyecto para una
solución del templo salud que tanta falta hace. Un templo de salud, es muy
necesario e importante.
Revisó uno a uno los
grupos y las cuentas personales y nada vio. Caminó hacia la puerta y quiso
abrirla para ver, cómo había amanecido el pueblo y mientras caminaba hacia
ella, repentinamente fueron apareciendo viejos tiempos, cuando muchos
personajes del pueblo desde donde estuvieran, estaban pendientes de su suerte.
Pasó por su mente,
la figura de Modesto Rivero y se dijo: Aunque mantengamos una diferencia en lo
religioso, no puedo olvidar su preocupación y gran sentimiento por El Maco.
Apareció luego Alfredo Sánchez, otro gran luchador, Delso López y la gente del
Zulia. Caminando, le llegó la figura de Elio Coello, el Dr. Emiro Marcano, Nery
Valderrama, Alcides Guerra, Jorge Velásquez, Olivia Velásquez y recordó también
a Chico López, que en muchas de sus canciones nos pintó un pueblo cambiando y
queriendo progresar. Se acordó de otros muchos más que se le vinieron en grupo
a su mente. ¿Eran otros tiempos y otros hombres?
Decidió regresar
hacia su sitio sin abrir la puerta y de repente se oyó tarareando la canción de
Chuito: Maco mi pueblo Maquero/el trabajo es tu bandera. Se detuvo por un
momento y sin explicación alguna y cerca de donde tenía previsto sentarse,
estuvo cantando Mi Maco Querido de Lorenzo Valderrama.
Al sentarse, se le
fue apareciendo está tristeza que era su tristeza. Pensó en Orandhel Jesús León
y la insolación que agarró este carajito en un banco de la plaza, porque ahí
fue que pudo ponerse una vacuna. El patrono recordó a Orandhel Jesús León y
luego pensó en la larga conversación que recientemente tuvo con Chuito el de
Jesús.
NOTA: La imagen de
San Lorenzo que se ve, es una imagen bordada por Carmen Yolanda Guerra. Somos
de la idea en el Museo, que nuestros valores hay que promoverlos.
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