Justino “Juinga”, La chispa en caliente
Por: Nelson Velásquez
Hablar de los personajes de El Maco, es hablar de nuestra historia, de nuestra cultura. Es retroceder muchos años en el tiempo, y vivir momentos que, sinceramente, quisiéramos volver a vivirlos. Recordar a nuestros personajes es disfrutar de las cosas divertidas de los pueblos, que al final, eran nuestro parque natural de diversiones. Pero, hablar de nuestros personajes, es también recordar a una pléyade de hombres que han puesto muy en alto el nombre de El Maco, en el campo profesional, de la Poesía y de la investigación
Llamar “Berraco” a José Albertino el de Másima, para luego salir corriendo y evitar ser alcanzado por una piedra; decirle a Justo Pastor que “Fulano” quiere que lo despierten de madrugada, porque tiene que ir a Porlamar, y luego, ver a ese “Fulano” bravo el día siguiente porque no pudo dormir bien; Oír un chiste de Horacio Valderrama, referente a las puercas “Trompas largas que vendían en San juan”, como alternativa al uso de Letrinas; y así, un sin número de cuentos y anécdotas de nuestros personajes de ayer, es recordar a nuestro Maco divertido y jocoso. Porque un pueblo sin este tipo de personajes, se circunscribe a otro “modus vivendi” y pierde ese sabor y jocosidad que es lo que verdaderamente caracteriza a los pequeños pueblos y caseríos. Pero, por otra parte, mencionar los nombres de Modesto Rivero González, Alfredo Sánchez, Eucario (Talo) Velásquez, Balbino Brito Quijada y otros, es referirnos también a personajes que son referencia de nuestro querido Maco
Pero, los personajes de un pueblo, tienen diferentes tipos de clasificaciones; sin que un personaje, con una “etiqueta” determinada, descalifique a los demás personajes. Al final, todos son queridos, y en el fondo, respetados como seres humanos que son, y dándoles el verdadero valor de ciudadanos.
El Blog “Museo Virtual El Maco”, en su propósito de recordar y/o dar a conocer los diferentes personajes en la historia de nuestro Maco, ha venido publicando muchos de ellos. Hoy, Nuestro Personaje es: Justino José Marín + “JUINGA”; de quien voy a tener el placer de comentar muchos pasajes de su vida, por ser de mi generación, amigo de infancia y juventud, y vecino de nuestro sector el Rincón del Perro.
Hablar de Justino Marín “Juinga”, es ubicarnos en el prototipo del ciudadano ejemplar; de la persona que todos quisiéramos tener como vecino, por su buena conducta y por el respeto que solía tener hacia los demás; es hablar de la persona solidaria y dispuesta a colaborar con sus vecinos, con su pueblo.
Justino José Marín “Juinga”, nació un 30 de Julio de 1942, en El Maco; su Madre fue Alejandra Marín, hija de Ñango, y su padre Francisco Guerra, oriundo de Pampatar. Por vía paterna tuvo 7 hermanos. Estuvo casado por espacio de 33 años con Lorenza (Lencha) Arismendi, de cuya unión nacieron 2 hijos: Alejandra y Alexander; quienes le dieron 4 nietos. La casa donde vivió, hasta sus años de juventud, estaba ubicada en el Rincón del Perro, sector donde también transcurrió mi juventud; de ahí, que siempre fue mi compañero.
Desde muy temprana edad, Justino “Juinga” tuvo marcado interés por el Deporte; desde muchacho se le veía con la tradicional Revista “Sport Gráfico” en el bolsillo trasero de su pantalón, era un ejemplar pequeño, fácil de llevar. La Revista, entre otros datos, contenía información de las Grandes Ligas y por ende, de los venezolanos que para el momento estaban en la gran carpa. Visitar la casa donde vivía Justino “Juinga”, era ver la pared de la sala (lado izquierdo) totalmente llena de recortes de periódicos con información del Béisbol de Grandes Ligas.
Justino “Juinga”, era zurdo, manejaba el “Trompo” con gran habilidad y era experto en la elaboración de papagayos. Incursionó en el béisbol donde se destacó como excelente fildeador y buen bateador, era muy rápido y difícil de ponchar; cualidades que le merecieron el sobrenombre de “Vitico Davalillo”.
Estudiamos juntos la primaria, en la Escuela Apolinar Figueroa Coronado, que quedaba en Maco Arriba, frente a la mata de güiria. Recuerdo que cuando cursábamos el 6to. Grado, tuvimos una pelea en el Aula de Clases; Yo, acostumbrado a pelear con derechos, sinceramente, no vi de donde salió la zurda que impactó en mi mandíbula. El maestro Cándido Sánchez optó por enviarnos a la Dirección y la esperada expulsión de clases. Hoy, cumplidos los 61 años de aquel suceso, todavía conservo la “Boleta de Clases” donde se lee: Cero (0) en Conducta y, “Prohibido reñir con compañeros de aula”. Después de ese único evento, fuimos grandes amigos hasta el momento de su partida.
Su nivel de estudios alcanzado llegó hasta 1er. Año de Bachillerato, sin embargo, le gustaba leer cualquier tipo de novelas, llegando a desarrollar una lectura muy rápida y la interpretación de lo leído. Justino + “Juinga”, forma parte de aquel grupo de Maqueros que teniendo potencial para seguir en la Secundaria, no dieron continuidad a sus estudios. Cumplió con el Servicio Militar Obligatorio y trabajó en las empresas: Moris & Curiel, Almacenadora del Caribe, Café Anzoátegui, y Comercial Alex; destacándose por su responsabilidad en las tareas asignadas y excelente conducta.
Cuando discutía sobre cualquier tema, lo hacía moviendo la cabeza de manera muy particular, como queriendo desaprobar el argumento del contrario y atribuirse la razón.
Por otra parte, Justino “Juinga” desarrolló una “Chispa” en las conversaciones que solía tener, que lo hacían distinguirse de los demás compañeros. Era una referencia en el pueblo por la forma como respondía ante cualquier discusión o, como se las ingeniaba para complementar, de manera jocosa, una frase. A continuación leerán algunos de muchos chistes y ocurrencias de Justino “Juinga”, en conversaciones con sus amigos:
En una oportunidad, Justino “Juinga” se encontraba hablando con Jesús el de Primitiva; durante el desarrollo del tema hubo un dato que le interesó a Jesús y necesitaba anotarlo, encontró el papel pero, le hacía falta un bolígrafo o lápiz. Le pide a Justino un bolígrafo y la respuesta fue negativa; Jesús le dice: “¡¡Caramba Justino!! como es eso que Tú siendo estudiante no cargas un bolígrafo encima”; y Justino le replicó: “Si, porque Tú que eres zapatero cargas siempre una cuchilla en el bolsillo de la camisa”.
Al primo Lorenzo Ríos (Chicho) el de Tía Carmen, le habían regalado un “Mono”, muy juguetón por cierto. A los pocos meses, Chicho viajó a Punta de Piedras y aprovecho para llevarse el “Mono” y soltarlo en unos manglares que están antes del pueblo. Transcurrido cierto tiempo, Chicho tuvo que volver a Punta de Piedras y le dijo a Justino que lo acompañara. Al pasar frente a los manglares le comenta Chicho a Justino: “En este lugar fue donde Yo solté el Mono”. De regreso para El Maco vuelven a pasar frente a los manglares y el primo Chicho comenta de nuevo “En este lugar fue donde Yo solté el Mono”; y Justino le pregunta ¿Chicho, y por qué tu soltaste ese Mono?, Chicho contesta: “Porque me dijeron que era una Pava”( quiso decir mabita), enseguida Justino replicó: “Entonces no era un Mono”.
Justino “Juinga” y Rosember, el hermano de Goya la de Pablo Salazar, discutían sobre el término de “Permiso” y “Vacación”. Rosember argumentaba que eran IGUALES y Justino decía que eran DIFERENTES. Justino decía que la Vacación era un derecho del trabajador y duraba 30 días, en cambio el Permiso era corto y obedece a otro concepto. Rosember insiste diciendo que un Permiso puede durar 30 días y se iguala al de Vacaciones. Finalmente Justino dice: Si, porque si hay dos personas hablando y te toca pasar por el medio, como dirías: “Con su vacación” o, “Con su permiso”. Te das cuenta que son dos términos diferentes.
En la “Quebrada Honda”, más arriba de “El Chorro”, hay una piedra muy grande, de forma plana, que llamábamos “La piedra del Catre”, por su parecido con el Catre que usaban nuestros ancestros. Dicha piedra está cubierta por ramas de matas, donde duermen muchos pájaros que defecan por la noche y, la Piedra siempre permanece manchada. Si Justino oía a alguien pronunciar el dicho “El pájaro se conoce en la cagada”, decía enseguida “Si, anda a la Piedra del Catre y me das el nombre de los pájaros que cagaron”.
Son muchas las ocurrencias y anécdotas de Justino “Juinga”, que el espacio que permite el Blog para este artículo, resulta insuficiente.
Justino “Juinga”, partió de esta vida terrenal, un 02 de Diciembre de 2012, y con Él, se fue la esencia del personaje que cualquier pueblo de nuestra Margarita, hubiese querido tener. Excelente ciudadano, buen amigo, respetuoso de sus deberes y responsable en la conducción de su hogar y su familia.
Justino “Juinga”, siempre te recordaremos. Q.E.P.D.
Hermosas y acertadas palabras, definitivamente fue un gran ser humano y el mejor padre que pude tener. Gracias por recordarlo de esta manera, (aunque faltó agregar lo mucho que le gustaba bailar en las fiestas de San Lorenzo 😊)
ResponderEliminarAlejandra M.