Isaías (Chía) Maza, el primer subversivo de El Maco

 

Por: Evaristo Marcano Marín 

Su casi impecable manera de vestir, le otorgaban la posibilidad de una presencia que no podía ser ignorada. El lino blanco siempre lo marcaban e identificaban. Lucía todo de blanco y esta manera de vestir, contrastaba con su piel morena. 

Sus zapatos a dos tonos (negro y blanco), agregaba valor a su presentación. Toda esta parte externa, jugaba o combinaba también con esa especie de hidalguía propio de una familia que supo valorarse. . 

Isaías Maza (Chaía) Fue zapatero primero y luego se dedicó a la tarea u oficio de cortar  cuero. Fue un personaje que le metió leña y candela a la vida  en el pueblo por sus ideas políticas. Fue en un momento importante un destacado izquierdista del pueblo.

Sobre esta etapa de su vida, hay  muchas anécdotas  que encendieron al pueblo.  Una de estas tantas anécdotas, sucedió con  Meque el de Morocha. Meque en un momento destruyó una propaganda de Raúl Ramos Jiménez, que fue candidato a la presidencia de la República. Cuando le preguntaron a Chaía sobre si conocía el que había destrozado la propaganda de Ramos Jiménez; inmediatamente lo identificó como moco, un meque o simple vende arepa. Meque le vendía arepa a su mamá Morocha.

Hay muchas historias. Cuentan que Chaía junto con un grupo de jóvenes del pueblo, tenía previsto una pinta en paredes con propaganda política subversiva, pero se enteró que lo estaban vigilando y suspendió la pinta.

Chaía dejó pasar unos días y cuando estuvo seguro, que todo estaba controlado, salió en una madrugada con su comando y realizó la actividad. Ya de regreso a su casa  que estaba muy cerca de la casita de mis abuelos maternos, Chaía escribió en la pared de una casa donde vivía uno de los que lo vigilaban la siguiente pinta:  Te dormiste cabo e' vela. 

Recuerdo que cuando él iba a la casa de mi papá a cortar los cuero, cantaba un trovo con sus décimas. Este trovo es como autorretrato de él  y dice así;

El hombre es como el cohete 

Cuando se eleva a la altura

Allá truena allá figura

Y viene a servir de juguete. 

Sabemos que cuando en el pueblo tiraban cohete, salimos corriendo a buscar la varilla porque esta varilla servía para hacer los voladores o era una distracción. Es muy curioso, que la vida de Chaía fue más o menos así. Fue un chispa que tronó y luego se entregó a la bebida. Se recuperó o dejó la bebida, pero ya no fue el Chaía de ropa de lino o el Chaia subversivo de El Maco.

marcano.evaristo@gmail.com