La Sra. Modesta y Marlenis: Dos Mujeres y del tal palo tal astilla

 

Breve Explicación. Colocamos dos textos. El de la Sra. Modesta, fue un momento de conversación que tuvo con su hijo Víctor. Un recuerdo que valoramos porque se precisan  situaciones con sus significados. Se aprecia: la manera del maestro abordar un tema, el sentido del día del árbol y ese canto tan nuestro de Lo-lo-lo. Se transcribió y consideramos publicarlo en el Blog por las situaciones que evoca el recuerdo.

Recibí luego, unos versos de Marlenis Marcano, hija de la Sra. Modesta y de Víctor Marcano Brito. Me los envió, sólo con la idea de conocerlo porque me mencionaba por una particular situación.  Al leer los versos, me ubiqué en esa tradición maquera de hablar en décima y se ve, al leer estos versos, cómo Marlenis sin ninguna experiencia previa, pudo proponérselo y lograrlo.

Una casualidad muy oportuna. Marlenis es una joven profesional maquera. Una oportunidad para motivar a  mucha de nuestra gente a escribir y publicar en el Blog. Con Marlenis se da otra situación que no puede pasar por alto: Habla en Versos y en los versos se puede leer mi nombre y esto tiene una explicación.

En una ocasión, escribí un primer artículo sobre dos trabajos de Víctor Marcano Brito y en ese artículo, dije, que el Sr Víctor tuvo tres hijos y omití involuntariamente a Marlenis. Digo ahora, si Marlenis me lo permite, que ella es una muy buena astilla de la gran madera que fue su papa. Sé que tenemos mucha gente talentosa que puede escribir y el Blog está abierto. Nuestro LEMA ES EL MACO Y SU GENTE.

Textos de la Sra. Modesta y de Marlenis

La Sra. Modesta con el Recuerdo

Marlenis tratando de hablar en verso y lográndolo

Versos para mi Hermana

( I y II)

De eso, ya hace mucho tiempo, pero aún me recuerdo como si fuera hoy. Era el día del árbol y ese día, fuimos con el maestro Jesús Rafael Montaner a un paseo por Cerro Hondo. Entre mis compañeros estaban: Agustín Brito, Esther Velásquez, Trina Cedeño, Mercedes Velásquez y otros que ahora no recuerdo.

En maestro Jesús iba atento en el recorrido y siempre encontraba un motivo para hacernos sentir, que el árbol debemos solícito amor. Recorrimos algunos conucos o sierras, como se les decía y que fuero fuentes de sustento para muchas  familias del pueblo.

Al regresar del paseo, descansamos debajo de ese gran árbol que tanto quisimos. Aquella ceiba inmensa  y ¡que hermosa era! Su sombra permitió el descanso  de toda esa gente que bajaba de Cerro Hondo de sembrar o atender sus cultivos. De allí nos fuimos  a un sitio cercano al pozo de Contreras donde el maestro dio un mensaje sobre la importancia  del árbol  para la vida.

A mí me toco  esta poesía:

Soy la florista, traigo en mi cesta,

Las bellas flores que el campo da

Rosas de fuego, claveles blancos y frescos ramos de resedal

Traigo jazmines de suave aroma, de margaritas gran variedad
Narcisos de oro, bellas violetas, lirios de seda, rojo coral
Con estas flores de mi cestita, formo un ramo primaveral
y lo perfumo para ofrecerlo con la fragancia de la amistad

 

A la prima Rosa, nieta de Mapancha, estaba en otro grado. En un acto en la escuela, le correspondió  recitar una poesía y yo la ayudé mucho para que se la aprendiera: Dice así

La Lluvia y la Niña

Oh lluvia, dice la niña

Presa me tienes en casa

¡Cesa por Dios, Cesa ya!

Y la lluvia le responde

Las plantas, linda niña tienen sed

Y si agua no le doy

Ni flores ni fruto

Tendrán después.

 

En tiempos de cosechas, los agricultores  bajaban con sus sacos de maíz cantando el Lo-lo-lo. Víctor, que Dios lo tenga en su santa gloria, le dedicó  a su papá adoptivo, Nicanor, esta composición:

 

El labrador de mi pueblo

En una troja guardaba

El maíz que cada año

En el cerro cosechaba

Y el canto del Lo-lo-lo

Desde lejos se escuchaba

 

El Lo-lo-lo lo cantaba

Muy alegre el labrador

Cuando cargaba del cerro

El maíz con mucho amor.

 

Nicanor o Canón, como cariñosamente lo llamábamos, participó muchos en esas faenas  y en siempre iniciaba su canto de Lo-lo-lo, con una que fue muy famosa y cuando así lo hacía, la Sra. Jacinta Exclamaba: Esa es la única canta que se sabe ese vergajo.

 


PARTE I

 

Tengo que escribir un verso

Que me lo pidió mi hermana

Pero lo pienso y lo pienso

Y no se me viene nada

 

Será que ese talento

Que tenía mi padre amado

No lo herede en el momento

Cuando nací, ¡que pecado!

 

Creo que me estoy rindiendo

No me sale ni una rima

Será falta de talento

¡¡O de alguna vitamina!!

 

 

Querida hermano lo siento

No te pude complacer

Dejemos pa otro momento

¡¡Que te parece mujer!!

 

PARTE II

  

Tengo que escribir un verso

Es mi segunda versión

Y si me queda bonito

Voy a hacer una canción

Pa que la cante Vitico

Con el cuatro; en el salón

 

Para esta gran osadía

He tenido que estudiar

Un poco de la teoría

Para poder empezar

No sé cómo utilizar

La sinalefa en la estrofa

Ni tampoco calcular

Las métrica de la prosa

 

Hoy lo tengo que lograr

Esforzándome un poquito

Voy a hacer un manuscrito

De ensayo, para empezar

Me tengo que encomendar

A La Virgen y a los Santos

Para no esforzarme tanto

Y hacerlo rapidito

 

Aún recuerdo ese día

Cuando me dijo sonriente

“y el tuyo, ¿cuándo lo escribes?

Tienes la tarea pendiente

 

Hermano lo he intentado

No me sale ni una letra

¿Será que yo no he heredado

Las virtudes de poeta

Que tenía me padre amado?

¿O es que tenía razón

Evaristico en su escrito?

Cuando dijo que eran tres

Hijos; que tenía paito.

 

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