Flora y Fauna Maquera: Nuestro Gran Parque de Diversión
Por: Nelson Velásquez
En nuestra época de muchachos, muy limitadas eran las alternativas que nos brindaba nuestro amado terruño El Maco, para ocupar nuestros momentos de ocio. Recuerdo de la existencia de un Billar en la bodega de Chico Velásquez, otro, en la bodega de Horacio, y un tercero en Maco Abajo, en la bodega de Chico Rojas; sin embargo, el juego no estaba permitido para los menores de edad. Otro sitio de distracción era el Patio de la Bodega de Federica, que ofrecía unas Bolas Criollas, donde el perdedor de la partida estaba obligado a gastar el monto de la apuesta, y el ganador a disfrutarla.
Otras actividades que teníamos era el juego de “Truco” o “Ronda” en las diferentes bodegas del pueblo, bajo las mismas condiciones de las Bolas Criollas: el perdedor pagaba el refresco o el paquete de galletas y el ganador lo disfrutaba. Por último, nuestro pasatiempo tradicional de empinar el volador en temporada de vientos, el juego de trompo, de picha y hoyo y el popular juego de béisbol (con pelotica de goma en el camino real, y con pelota cubierta de teype en el Cuchivano).
La falta de sitios de esparcimientos nos obligaba a confeccionar buenas chinas, llenarnos los bolsillos de piedras e irnos al monte de cacería. Esta actividad la disfrutábamos a plenitud y nos permitió conocer bien la flora y la fauna de nuestros cerros. Habían muchas frutas silvestres que buscábamos para comer, entre las que se cuentan el Chigüichigüi, la Curichagua, el pitigüey y el Yaguarey. En la cacería, tratábamos de pegarle con la china a cualquier clase de pájaros; unos, para comérnoslos y otros, para agarrar puntería. Acto que nos convertía en unos “depredadores sin culpa”, ya que nuestra escasa cultura no nos permitía conocer ni dar el verdadero valor a la belleza de las aves, lo lindo de su plumaje multicolor y la sinfonía de su canto. Hoy, ya en la adultez, solo nos queda el “mea culpa” por tantas cosas que no debimos hacer.
Todo estas vivencias, me llevó a componer unas Décimas, como recuerdo de tantas caminatas solitarias por carreteras y veredas de nuestro Maco querido, que hoy recuerdo con mucha nostalgia.
DÉCIMAS |
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I Oh Maco!! Terruño amado Nunca te podré olvidar Tú me supiste brindar Lo que un Niño habría soñado Hoy longevo, he recordado Tantas cosas que me diste Y otras que no pudiste Por tener limitación Pero en tu corazón Seguro que lo quisiste |
VII
Tu fauna nos ofrecía Animales muy variados Que íbamos entusiasmados A buscar de cacería Muchos, con melancolía No los debimos cazar Porque solían adornar Con su canto y su plumaje Lo bello de tus paisajes Que hoy nos toca recordar |
Mata de Cautaro: Con su fruto hacíamos una pega para los voladores |
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II Tus caminos y veredas Tu flora y fauna especial Personajes sin igual Mi memoria los recuerda Nada de esto que se pierda De nuestra mente un momento Todo es puro sentimiento Que estando lejos nos une Y comentarios reúne Echando historias y cuentos
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VIII
Guarame, Pipe y Tutuel El Potoco y la Tortola Con cantos de caracola Eran presas de nivel También, eran de cartel Guacharaca y Paraulata Azulejo y Tijereta El Turpial y Guayamate Hoy vemos por su rescate Y su vida en el planeta. |
Foto: Evaristo Marcano Marín Guatapanare: Importante en la actividad de curtiembre |
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III
Tu flora, sana y variada Me dio sombra y alimento Me hizo sentir muy contento En tiempos de muchachada Matas, frutas, recordadas Embellecían tus paisajes Creando un bello follaje Que te dieron distinción Hoy late mi corazón Recordando tus parajes
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IX No eran presas de comer Conoto, Aguaitacamino Que aparecían en caminos Temprano y al atardecer También les hago saber El Pitirre, la Pavita Carpintero, la Brujita El Chirito y Cristo fue Todo se lo cuento a usted Y es la verdad, verdaíta |
Foto: Tomado de Internet Pitigüey |
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IV
Yaque, Cují, Guayacán Roble y Guatapanare Palo blanco y guatacare Nombres que en mi mente están En otro grupo estarán Güiria, Cautaro y la Chica El Aco negro y la Cuica Picurero y Pardillo Puy, que florece amarillo Y el Maquero certifica |
X
El Venado y el Conejo El Curareque y la Iguana Eran presas, que de pana A cazar íbamos lejos Siempre llegaba un consejo De un viejo con experiencia Que nutriera la conciencia Del muchacho cazador Que con china y sin temor Iba al monte con frecuencia. |
V El Maco, cotoperís La ciruela y el anón Tamarindo y almendrón Frutas que yo conocí También les refiero aquí La Curichagua y Guamache El Dátil y el Catuche Cereza amarilla y roja Sabores para que escoja Y a mi paisano que escuche |
XI
La fauna nos proveía De, animales rastreros Que en caminos y pedreros Servían de puntería De este grupo nombraría Guaripete, Lagartija El Mato, la Sabandija La Culebra Ratonera A todos les caían piedras Con una puntería fija |
VI El ponsigué y yaguarey También solíamos degustar Al cerro íbamos a buscar Chigûichigê y pitigûey El mango y el merey Eran frutas preferidas Remplazaban la comida Que nos tocaba por ley Y un pedazo de mamey Liquidaba la partida |
XII Algo muy particular Del Guaripete comento Su cabeza en movimiento Siempre nos solía retar Diciendo: ¡puedes lanzar! Con tu china lo que sea Aquí estoy para que veas Que poco te tengo miedo En
este lugar me quedo |
Nota: En una de nuestras actualizaciones, publicamos un interesante Trabajo Sobre la Flora y la fauna del pueblo. Este importante trabajo fue preparado por Ramón Salazar, conocido como Moncho el de Pablo. Este trabajo de Moncho fue una mirada y descripción desde una perspectiva técnica-cientifica. Moncho es Ingeniero Forestal. Este trabajo de Nelson sale de la nostalgia, el recuerdo y las vivencias. Es otra mirada y escrita en décimas. ENLACE http://museovirtualelmaco.blogspot.com/2017/11/elmaco-sufauna-ysu-flora-porramon.html |
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