¿Fuimos el Pueblo del Cuero ¿Qué nos queda de esa Historia?
Jesús (Chu) Ríos (QEPD) Sra Chonguita (QEPD) y Maela. Foto tomada del libro de José Joaquín Salazar |
En estos días, intentando encontrar informaciones y datos que nos permitan ofrecerles siempre a los lectores y lectoras del Blog, informaciones que permitan entendernos y saber de dónde venimos, me encontré con una joya de documento/libro.
Hubiese querido, que el documento perteneciera a un maquero o maquera, pero no era así. El libro fue escrito por Un GRAN HOMBRE: José Joaquín Salazar Franco (Cheguaco). Cultor Margariteño y un ilustre hijo del gran Pueblo de Tacarigua. Tuve la suerte de conocer a Cheguaco, cuando en mi primera juventud y con otros jóvenes maqueros (Manuel Brito, Simón Marcano, Leny Marcano, Armando Salazar (QEPD), Giovanni Patiño, Olivia Brito, Diomelys González, Ramón Domingo Salazar, Emiro Brito, Rosa Marcano, Pedro Patiño, Marcelino Ríos, Aurelena Velásquez, Ana González)*, andábamos en las actividades del Centro Cultural Bolívar y de FEDECENE, que era (o es) la institución, cuya
responsabilidad es la de agrupar y coordinar los esfuerzos que se hacen desde los Centros Culturales de Margarita.
El Libro tiene por título: “El Maco de Bolívar y la Artesanía del Cuero”. Recomiendo la lectura de este libro a los que no lo han hecho. A través de su lectura, tuve la feliz oportunidad de rencontrarme con cosas que conocí de niño.
Cheguaco (QEPD) fue
un ser excepcional. Este esfuerzo creativo de Cheguaco, me llevó a
pensar en cosas o situaciones que ya hemos olvidado y cosas que se desconocen porque las nuevas
generaciones de maqueros y maqueras, no la vivieron. Ahí hay una precisa descripción de cómo hemos venido siendo como pueblo.
Nos definimos como el pueblo de zapateros. Creo hoy, que ese fue un momento de nuestra vida como pueblo.
Ya hoy, esa habilidad desapareció y quedan algunas artesanas de las tradicionales
tabacaleras muy mejoradas.
Creo más bien, que fuimos el pueblo del cuero. Con el cuero empezó parte de nuestra historia que quedó inconclusa por
situaciones ya conocidas. Somos o fuimos más que un pueblo de zapatero. Fuimos un pueblo que trabajo y vivió del cuero.
En El Maco se “curtía” el cuero y ese proceso era una larga y laboriosa jornada que incluía primeramente, la recolección-compra del cuero de ganado, chivo y venado. Esta era la
materia prima para desarrollar esta artesanía. Seguía la curtiembre y finalmente la teñida del cuero.
(*) Seguramente se quedó algún nombre de ese equipo de jóvenes que estuvimos viviendo esa lucha por hacer valer nuestra identidad, como pueblo, como Margarita y como país. Me disculpan ese olvido involuntario
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