Un Español en El Maco y su impacto (Gerardo Lirola un maquero español

Picha y Hoyo: Otros Juegos 

Parte de la infancia de muchas generaciones de maqueros y maqueras, transcurrió tal vez con la ausencia de cosas y objetos, pero estas limitaciones en vez de ser un problema, fueron una fuente de creatividad y formación de valores.

Jugar que es una actividad esencial en un niño o niña y de la cual se desprenden o ayudan a consolidarse  una actitud hacia la vida, fue una cosa extraordinaria entre nosotros. En la mayoría de las veces, jugar comenzaba por una opción de crear o hacer el objeto con el cual se jugaba. En esto habían aprendizajes con mucha imaginación. El juego tenía como dos momentos. Uno, era disponerte a construir con tus manos el objeto y otro, era mostrar en el juego tu creación que siempre tenía su sello personal.

Regulo (el de Macú) y “Juinga” (Justino Marín) sus voladores  siempre eran perfectos en el colorido y en el volar. Eso suponía un cuadre perfecto en las varillas y en los fieles. En cuaresma la cucurucha y el cerrito donde ahora está la cruz se llenaba de colorido después de la salida de la escuela.

Hacíamos los voladores en diferentes versiones (Normal, cigarrón, picúa y “chinguiritas”) y hacíamos los trompos y el juego comenzaba lanzando los trompos hacia un circulo y un punto. El jugador  que colocaba el tropo más lejos  del circulo y punto, comenzaba perdiendo y debía colocar el trompo en el suelo y los otros jugadores tiraban, haciendo sonar su tropo con un sonido característico. El Juego tenía como objetivo  ir arrimando el trompo perdedor (el que se colocó más lejos del circulo y punto) para meterlo al círculo. Si en ese lapso, alguno no era capaz de tirar el trompo tomarlo en la mano girando y darle un golpe al que estaba colocado en el suelo, perdía. Debía colocarlo en la tierra y esperar por otra falla de un jugador o perder la partida.

Dibujo de Asdrubal Marcano

Al final, el trompo que se rodaba hasta el círculo debía luego recibir su castigo, que uno llamaba quiña.

Las “pichas” (metras) se jugaban bajo tres modalidades creo recordar: 1) Picha y hoyo: Esta modalidad consistía en hacer un hoyo y luego de una selección (clasificación) que suponía colocar la picha más cerca del hoyo. El jugador que lograba esto, comenzaba su actividad de picha y hoyo. El juego se decidía por los que iban haciendo picha, que era golpear la picha de otro jugador y luego con un tiro meter la picha en el hoyo. El que perdía debía poner el puño cerrado al borde del hoyo y cada jugador le daba en sus dedos (socones) con la picha tantas veces como podía. Dejaban de sonarlo cuando la picha que pega se metía al hoyo.   2) Otra modalidad, era apostar pichas que se acordaban, colocándose en un círculo (tribilin). Luego cada jugador tira su “tirona” hacia el “Guamo”, que era una raya que se colocaba en un sitio y el que más próximo se colocaba de ella, era el “mano”, luego el trasmano, el pie, el traspiés, el gurupié y creo que el último era la surraspa.

En ese orden se jugaba y el objetivo era ir sacando las pichas que todos apostaban del tribilín. El mano a fallar, le daba el turno al trasmano y así sucesivamente 3) la tercera modalidad era la conocida como picha y palma. 
Teníamos el juego de "mani coca", creo que asi se llamaba. Este juego consistia en tirar un piedra hacia arriba y al mismo tiempo, debpia recogerse unas (pideras) colocadas en el piso. se comenzaba con una, luego dos, tres y cuatro. Creo que era un juegos de niñas*. Estaba el juego de perrinduñe. 

Estos juegos fueron quedándose en el tiempo. Vino la TV y eso cambio nuestro mundo. Con la TV,  en la noches más nunca pudo oírse el grito: “Escóndete mi saluá que allá van”. Este, el de mi saluá, era el preferido juego de las noches, junto al juego la "Wilson". La “candelita", que era también un juego para las noches igualmente desapareció. Después de la TV vienieron los juegos electrónicos y estos juegos que tanto nos alegraron la vida, ya no se ven. Muchos ya cuesta recordarlo en su lógica de juegos.
* NOTA: omitimos  juegos de niñas porque no guardo en mi memoria la forma y lógica y no queiero incurrir en una situación que no responda a lo que fue