Perdimos el Anón
Estoy ahora en Margarita y en estos días, iba del Santa Ana Hacia Juan Griego. Me detuve a en la estación de gasolina que está en Santa Ana y mientras llenaba el tanque, observé en una pared de una casa que está en la equina de la estación (Bomba) una gran  publicidad, que ocupaba toda la pared de esa casa, que nos decía más o menos así: “conoce a Gómez”.
Me detuve a ver con calma la publicidad institucional y no me vi. Me sentí un extraño. No era que yo como persona debía estar, pero no vi al Maco. Habían en la publicidad pequeñas (pero ni tan pequeñas) fotos en las cuales aparecían o se veía una cosa de cada pueblo del municipio, pero no  vi al Maco. Es posible que la distancia, no me hayan permito ver, pero no me vi ahí como pueblo.
Vi en la parte superior de la publicidad, una gran y hermosa hamaca, que era como el emblema central, vi el tinajón, vi a una persona tejiendo la palma para los mapires. Se veía una casa y otras fotos, pero no pude verme. No pude verme como puebblo. No digo que no estaba, pero no me vi con una cosa que me identificara.
Ya en la tarde de ese día, paso por la casa de mi mamá y voy al fondo. Veo ahí una mata de anón y recuerdo que en mi infancia, en el fondo de la casa de mis padres había más de 10 matas de anón y recuerdo que de mañana se recogía los anones ya “hechos”, como uno le decía, y uno que otro maduro que quedó de la recolección del día anterior.


 Recordé a la Señora María (QEPD), esposa del Sr “pachico” (QEPD). La veía  por las temporadas de anón, cagar al día muchas maras del conuco que uno decía era de “pachico”. Ese  conuco esta en ese espacio que se encuentra frente a la entrada de lo que hoy llaman el gran Chaparral. En mis tiempos, ese espacio lo conocíamos como parte de la “conucá”.  No sé las razones de ese nombre. Tal vez había por ahí muchos conucos.
En ese conuco que uno decía de “pachico” y que estaba supervigilado, se producía un rico y hermoso anón. El conuco tenía muchas matas de anón, pero se nos perdió el anón y posiblemente ya olvidaamos lo sabroso que era el nuestro.


La pocas matas que se ven en algún corral, creo que ya no echan frutos porque al floreal y darse la fruta, inmediatamente se pone de color negro por una plaga tal vez.
El Maco fue famoso por sus anones, aunque creo que guardamos una especie de trauma con eso. Hubo una época que nos decían del Maco ni los anones. Una especie de envidia a la que le dimos una respuesta, pero aun así, perdimos la exquisitez del anón que El Maco producía en sus conucos.
El anón que ya se nos fue, se dice que tiene un alto valor nutritivo y sus flores sirven para el tratamiento del reumatismo. Tal vez el que pensó en esa publicidad no supo qué cosa nos identificaba o se percató, que ya no hay cosas que nos identifique.

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