JIQUIJIQUI Y CHAOCHAO
Jiquijiqui
y Chaochao
Por:
Evaristo Marcano Marín
Es
muy difícil mirar retrospectivamente una calle del pueblo y no ver
en ella el carrito de los posicles. Es una imagen que se quedó con
su langi-langi entre el piedrereo. Es una imagen que hoy podemos
verla con nostalgia, pero vivirla en su momento pudo habernos
producido alegría y tristeza. Alegría por tener ese posicle en la
mano para saborearlo, y tristeza, por no tener dinero para comprarlo.
Muchos
antes de ver pasar el carro la “marchantica”, que veíamos en las
tardes pasar por El Maco vendiendo con su musiquita, los helados de
mantecado, pastelados y las tinitas Efe; tuvimos a Jiquijiqui y a
Chaochao.
Jiquijiqui
era nortero, chaparrito, catire y, si la memoria no me falla,
Jiquijique tenía ojos azules y era muy “lampiño”.
Chaochao
era de Las Gamboas, moreno y tenía un problema motor (movilización).
Chaochao luego unió su vida con María Alcalá, que uno llamaba
María quebrada. María era rinconera. Vivió en la casa de sus
padres en El Rincón del Perro, frente al Sr. Gumersindo (Chindo)
Ríos y al lado de la Sra. Anastasia Velásquez.
Jiquijiqui
y Chaochao fueron personas que se ganaban la vida empujando carritos
para vender posicles.
Producto
de esas vivencias, cuyos recuerdos almaceno en mi memoria, me inspiré
para preparar las siguientes Décimas como homenaje a “Los
Posicleros que iban al Maco”
1
El
langi langi sonaba
Próximo
al mediodía
Juiquijiqui
ya sabía
La
hora clave y llegaba
En
un lugar se ubicaba
Con
exacta precisión
Llamaba
nuestra atención
Sonando
la campanita
Nuestra
boca se hacía agüita
Posicle:
¡Oh qué emoción!
2
El
lugar era la escuela
De
Santa Ana venía
Jiquijiqui
ya traía
Amarrada
su clientela
El
posicle de canela
Lo
ofrecía en paleta
Uno
hacia las pataletas
Para
la locha encontrar
Y
así poder saborear
Posicles,
que hoy son tetas
3
Habían
sabores variados:
Que
incluían cola y limón
Poníamos
cara e’ cañón
Cuando
algún antojado
Se
mostraba entusiasmado
A
pedir un mordisquito
Uno
se hacía el loquito
O
le hacia quiquirigüiqui
Los
posicles de jiquijiqui
Siempre
fueron sabrositos
4
Jiquijiqui,
chaparrito
Su
nombre nunca lo dio
No
sé por qué lo ocultó
Era
también catirito
Parecía
un porfiaito
Empujando
entre el “piedrero”
Hoy
desde el pueblo maquero
Lo
recuerdo con cariño
En
el cielo con los niños
Estará
de posiclero
5
Chaochao,
su proceder
Nos
alegró el corazón
Verlo,
era una emoción
Comprarle
era un placer
Siempre
buscaba vender
Su
posicles en El Maco
Caminaba
sarataco
Creo
recordar todavía
Cuando
se llevó a María
Sin
hurto, robo ni atraco
6
No
todo fue un placer
Ver
el carrito andar
Vale
también recordar
Que
muy triste pudo ser
Oír
la campana y saber
Que
no había ni una locha
Pa’
posicle ni melcocha
Las
ganas quedaban lejos
No
sentíamos complejos
Ni
una queja, ni reprochas
Nota:
Agradezco al paisano Nelson Velásquez la revisión de las décimas
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