“Mi Chevrolet 57”
Nuestro Nicolás Zurdo: Una Semblanza
(*)
Lo que se ve más abajo en las fotos, fue una vez un carro y para
su dueño tuvo que haber sido un sueño hecho realidad. La última vez que fui al pueblo,
me “tropecé” casualmente con esta vieja carrocería y viéndola me dije: aquí hubo
sueños y muchas historias, que seguramente desconocemos.
Es muy posibles que antes lo haya visto ahí detrás de la “alcantarilla”
de Maco Abajo, pero no me percaté de las historias que podían estar ahí guardadas.
Los recuerdos fueron asomándose a mi memoria y sentí, que este maquero ocupó un
espacio en nuestro pueblo.
El dueño de esta carrocería que ya luce muy vieja, tenía como
se dice en el mundo artístico, su carta de presentación. Se le oí decir cosas como
esta: “¿Qué más quiere Maco Abajo? Tienes chofer, pícher y cantante”. Fue las tres
cosas y en todas, así lo recuerdo ahora, las afrontó con pasión y emoción. Es
agradable vivir la vida con esos dos estados de ánimos muy activos: La Pasión y
la emoción.
“Mi Chevrolet 57”, fue una frase que se
la oí tantas veces. Esto tuvo que haber sido un sueño, porque para esa época, muy
pocos en El Maco tenían esa oportunidad y creo que se la dio como un proyecto de
vida. Vivió de ese Chevrolet y llevó adelante a su familia con ese Chevrolet.
Yo era apenas un niño, cuando él siendo joven, lo vimos vivir
intensamente y sin timidez, uno de sus grandes amores y no tenía pena de vocearlo
con su cuatro y cuando estaba “entonado”.
Nicolás Zurdo que era como lo identificábamos para diferenciarlo
de Nicolás Morocha y Nicolás Blanco. Se sintió un Daniel Santos maquero y con su
cuatro, muchas veces le oímos cantar: “Alicia de mi vida, en mi Chevrolet 57”,
en el tono característico de Daniel Santos.
Recuerdo esta frase, porque se la oí muchas veces y Manuel
Brito Brito (Manuel el de la Sra. Eladia), la cantaba tratando de imitarlo. Era
la manera de juntar dos sueños.
Cantaba las canciones de uno de los grandes bolerista de
América; Daniel Santo, al que Salvador Garmendia en su famoso cuento, lo
califico como el inquieto anacobero.
Su Esposa hoy y sus hijos, si logran por casualidad leer esta
nota, le ofrezco mis disculpas, pero Alicia Velásquez era parte de ese proyecto
en el Chevrolet 57. No realizó ese sueño, pero lo
vivió intensamente.
Ya cuando había dejado su juventud y vivido intensamente esa
especie de amor platónico con Alicia, contrajo matrimonio con la que fue su
esposa y a partir de ahí, su Chevrolet 57 le
sirvió para echar a
Ahí está, como
diciéndonos: Viví y piché por mi Maco. Canté como el inquieto anacobero.
Recuerdo haberlo visto pichando y su estilo como pícher era muy
particular. Con su cuatro, imitaba a Daniel Santos en muchos de los boleros que
este artista popularizó. Por ejemplo, ese que dice: “Yo no he visto a linda”
(*) Escrito por el coordinador del Blog: Evaristo
Marcano Marín
Comentarios
Publicar un comentario