Tres humildes y milagrosas mujeres maqueras: Chepa, Isidra y Felipa

Por: Evaristo Marcano Marín
(Administrador del Blog)


El 25 de octubre de 2017, escribí una nota que se publicó en el Blog con el título: ¿Seremos un pueblo de extraños? No fue este un ejercicio casual o sin ningún fundamento. Tenía una preocupación o inquietud que se emparentaba con el propósito que me ha llevado a mantener este blog.
El Museo Virtual El Maco, nació como una herramienta para ir reconstruyendo o aportando elementos para saber sobre aquellas situaciones que nos identifican como El Maco de Bolívar. Decía en esa oportunidad lo siguiente:

Siempre he sido de la idea, que un pueblo es mucho más que las suma de sus hombres de los cuales se tiene la seguridad que se destacaron. Hay cosas que no son fáciles de hablar ya en este momento porque se puede incurrir en un error o lastimar sentimientos. Este Blog no tiene ese propósito.”

En esa oportunidad no quería incurrir en el error, hoy estoy obligado a hacerlo y ofrezco anticipadamente mis disculpas, por ello. Un pueblo, no es la suma (únicamente) de los hombres que destacaron en alguna profesión. Un pueblo es exactamente más que eso. A un pueblo lo construye toda su gente y soy de la idea, que los personajes que trato de describir un poco ahora, aportaron mucho.
A veces, los pueblos y su gente se excluyen de su historia. Se observan muy lejos. A veces, cuando los pueblos montan sus vitrinas para exhibirse no logran colocarse.
A manera de ejemplo, digo que Balbino Brito Quijada ha sido uno de los maqueros, que mejor ha defendido (desde su hacer como trabajador cultural) el gentilicio del pueblo maquero.
El propósito del Blog es reconstruir o dar nuestros aportes para saber muchos más sobre El Maco de Bolívar. El Maco de Bolívar es un poco lo que han sido y vienen siendo sus hombres y sus mujeres.

Mi hermano mayor y mi hermana menor, llegaron a la vida por medio de las manos de Chepa Rodríguez. Muchas familias maqueras crecieron como familias gracias a las manos de tres lindas y humildes mujeres, que tal vez, el pueblo no reconoce hoy. Yo, como lo expresé en una pequeña crónica ya publicada, salí del vientre de mi mamá, en las manos de Chepa. Ella cortó el cordón que me unía a mi mamá. Mi mamá en cada uno de sus tres partos, tuvo a Chepa como partera y yo, no sé quién fue Chepa y, seguramente, todo el pueblo no sabe hoy quien es chepa; pero varias generaciones de maqueros vinieron al mundo y jalaron su primer chorrito de oxígeno en las manos de Chepa, Felipa e Isidra. https://www.facebook.com/museovirtualelmacomaco/posts/2275060216127684
Aquí vivió Chepa, Es la casa que fue de  Jorge Velásquez

He preguntado sobre Chepa, y es poco lo que puedo decir sobre ella. No es grato decir esto. Chepa era una mujer de baja estatura y de tez morena. Tuvo que ser humanamente bella. Tuvo unas manos milagrosas, como las de Isidra y Felipa. Seguramente, Chepa, Felipa e Isidra fueron analfabetas, pero le dieron mucha vida al pueblo.
Chepa vivió en la casa que fue de Jorge Velásquez. En esa casita, vive hoy una nieta de Jorge Velásquez con su familia. Es lo único que va quedando de la Sra. Chepa.

Otros y otras vieron la luz de la vida en las manos de Isidra Brito y de Felipa Marcano.. Isidra Brito era la mamá de Primitiva, Ramón Conejo y de otros dos hijos más y vivió en el Chispero. La Sra. Felipa Marcano era de Maco Abajo y madre de ocho hijos (Carmen, Agustín, Luis Fernando +, Felipa +, Argelia +, Alicio, Manuel y Omar).
Felipa Marcano. Foto aportada por José Figuera

Felipa Marcano, fue la última partera conocida en El Maco. El último niño que trajo a la vida tiene hoy 54 años y es de nombre José Gregorio. Me cuentan sus hijos, que era una persona muy desprendida y gustaba por preparar un guarapo que repartía entre los niños de su calle. La Sra. Felipa, acompañó a ese ejército de mujeres maqueras que recorrían largos trayectos entre pueblos, con una mara en su cabeza, vendiendo sus mercancías que le fiaba la Sra. Simplica de Carrión y el Sr. Víctor Marcano.
Quería tener un perfil más detallado de estas tres humildes maqueras que ya no recordamos, sin embargo, el esfuerzo realizado, no me permitió obtener mayor información. Como pueblo, pienso que estamos obligados, por lo menos, a conservar sus nombres para que el tiempo no nos quite la posibilidad de agradecerle sus esfuerzos.
post scríptum Conversé con algunas madres y una de ellas (Tía Trina) me dijo que en uno de sus partos, la Sra Chepa se demoró por alguna razón y mientras llegaba fue atendida por Castica Velásquez, Elvira Rivero y Aureliana González. Había mucha disposición en mujeres maqueras para servir de partera.

NOTA: Quiero agradecer, la colaboración que me facilitaron Agustín, Manuel, Omar, José Figuera, Ermindo Marín y Daniel Marcano, conocido como el Pelón



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